Se desarrolla cuando la muerte celular espontánea dentro de los discos espinales (el tejido esponjoso entre las vértebras), o cuando las placas terminales cartilaginosas en la columna vertebral no logran proporcionar suficiente nutrición para estas células. En ambos casos, el tejido del disco puede degenerar, al igual que el anillo broso (la cubierta exterior del disco), lo que provoca un dolor intenso o persistente en varias posiciones y a través de diferentes movimientos.

También conocido como disco abultado, deslizado o roto, se desarrolla cuando uno o más discos se salen del anillo e interfieren con el funcionamiento de los nervios espinales con los que entra en contacto. Esta condición puede causar dolor en la espalda, los brazos o las piernas, así como hormigueo, entumecimiento y debilidad general de la columna vertebral y los músculos circundantes, lo que lleva a la falta de movilidad y capacidades físicas.

Se desarrolla a medida que los espacios dentro de la columna se estrechan, ejerciendo presión sobre los nervios de la médula espinal y que puede manifestarse en dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad muscular, todo lo cual puede aumentar con el tiempo. La estenosis espinal es más comúnmente causada por el desgaste relacionado con la edad o como un efecto secundario de otras afecciones, como la osteoartritis (OA).

Se desarrolla debido a la degeneración y el daño del nervio ciático, un nervio grande que se extiende desde la parte inferior de la espalda hasta las piernas. Si un paciente con ciática ejerce presión sobre este nervio, con mayor frecuencia a través del movimiento y la actividad normales, puede causar un dolor considerable en la parte inferior de la espalda y en las piernas, las caderas y las nalgas. La ciática suele ser un efecto secundario de otras afecciones de la columna.