El envejecimiento es un proceso degenerativo complejo que ocurre en todas las personas a lo largo del tiempo. Las células de todos acumulan daño y se debilitan a lo largo de su vida. Si bien los factores del estilo de vida, como el estrés, el tabaquismo o la mala alimentación, pueden acelerar el proceso de envejecimiento, en última instancia, este daño celular es inevitable debido al desgaste de la vida diaria normal.

En una edad temprana, el cuerpo es capaz de utilizar sus propias reservas de células para regenerar y rejuvenecer este daño continuo. Existen versiones dirigidas de estas células en todos los órganos y tejidos del cuerpo, pero la mayor reserva de células del cuerpo se encuentra en la médula ósea, que puede liberar células para apoyar la regeneración de cualquier otro órgano o tejido del cuerpo.